Científicos de la Universidad de Michigan, descubrieron un fallo en OpenSSL (popular paquete open source, de administración y librerías sobre criptografía), que permite a un atacante obtener el componente privado de una clave RSA.
Los científicos universitarios encontraron que podían deducir pequeñas piezas de una clave privada mediante la inyección de pequeñas fluctuaciones en el suministro de energía de un dispositivo mientras realiza el procesamiento de mensajes cifrados. En poco más de 100 horas, manipulando la alimentación del dispositivo, generaron suficientes «fallos transitorios» para reunir la totalidad de su clave de 1024 bits.